En estos días en que ya empezamos a hablar de los regalos que haremos en Navidad y los que nuestros peques van a pedir a los Reyes Magos, yo os voy a hablar de los regalos que recibimos.
En mi caso los regalos que más abundantemente recibo son estos tres, así por este orden:
Podría hablaros de flores marchitas que acaban en tarros de yogur reciclados llenos de agua con la esperanza ingenua de que revivan, o de ramos hechos con mucho amor y hojas secas cogidas del suelo, pero creo que el tema de las piedras preciosas merece una especial atención.
A parte de la insana cantidad de piedras que almacenan en los zapatos todos los niños al salir del cole, hay algunos que también las llevan en los bolsillos. Uno de ellos es el mío. Me las regala diciendo con esa vocecita angelical … ¡MIRA MAMI, UNA PIEDRA PRECIOSA, TE LA REGALO! Os podéis imaginar mi cara de sorpresa-ternura absoluta el primer día. Así que me la guardo en el escritorio a modo de amuleto.
Segundo día… piedra preciosa otra vez, ¡que mono es mi niño!, la dejo en la estantería del comedor.
Tercera piedra preciosa… ¡bueno!, no se, tanta piedra, en fin… la meto en el bolsillo de la chaqueta.
Cuarta piedra preciosa… ¡que coño hago con tanta piedra mierdosa en los bolsillos!, ahora que esta despistado con sus amiguitos la tiro al suelo, y listos.
¡PLINC!
… viene al medio segundo con los brazos en jarra, y me suelta ¡MAMI! ¿y la piedra? mira a su alrededor, con mirada laser rastreadora piedril, la encuentra en un «pispas», la sostiene con su manita y con la misma cara que le hago yo cuando le regaño me dice… ¡MAMIIIII QUE SE TE HA CAÍDO LA PIEDRAAAA!
Vale, me resigno, tengo que buscar la manera de almacenarlas sin crear un asesinato decorativo en mi casa, porque igual os imagináis esas bonitas piedras redondas de río, pero no, estas son piedras chungas de patio de colegio público mezcladas con trozos de tocho roto o pedazo de hormigón armado de las últimas obras que hicieron en la escuela… una hermosura vamos… así que como tengo un chino de esos de tres plantas y escaleras mecánicas cerca del trabajo, me dejo inspirar con la decoración exquisita del lugar. Me decido por un bonito tiesto-bote (imposible definirlo) de cristal y ahí pongo todas las piedras preciosas que tengo esparcidas por la estantería.
La verdad es que vistas así mejoran, lástima que sean tan feas… en una explosión de creatividad decido pintarlas de colores. ¡Qué buenas ideas tengo!, me vengo arriba, además las pintaremos juntos en una bonita tarde de manualidades madre-hijo. Ahora sólo toca encontrar «pintura para piedras y niños», no lo he tenido fácil, porque las de niños no suelen ser cubrientes, y las cubrientes no suelen ser de niños, pero buscando entre marcas de niños y después de muchos intentos fallidos, he descubierto esta: Colorino, y sus acrílicos a prueba de piedras chungas, y la increíble novedad que ha cambiado la vida de nuestra estantería y el tiesto-bote de los chinos definitivamente:
¡¡¡LA PINTURA QUE BRILLA EN LA OSCURIDAD!!!,
sí sí de verdad, ¡brilla! no os podéis imaginar cuando apago la luz…
¡ahora sí que se ven PRECIOSAS, pero de verdad, mis super piedras!.
Y ahora os explico lo bueno; en Colorino se han enterado que hablo de ellos y como que son muy enrollados nos ofrecen DOS PACKS DE SUS MEJORES PRODUCTOS ESPECIALES PARA NIÑOS. Así que he pensado hacer dos sorteos; uno en Instagram y otro en Facebook.
¿Qué tenéis que hacer para participar?
Muy simple;
1.- tenéis que ir a Instagram o al Facebook de SUPERSINGLEMAMI (podéis participar en ambos) y buscar la misma imagen que abre este post, en la imagen etiquetar a dos mamis/papis artistas a ver si se animan y participan.
2.- Ser seguidores de Colorino y Supersinglemami en la Red social que elijáis.
3.- Residir en España (sólo península)
Os animo a hacerlo porque los productos son super originales, desde la pintura que brilla en la oscuridad, a rotuladores-pinceles, lapices acuarelables para niños, pasaos por su página y veréis. 🙂